lunes, 29 de agosto de 2011

El Encuentro

Se encontraba lavándose frente al aseo de su casa, colocó las manos formando un cuenco y dejó que el agua fría salpicase su rostro. Los años seguían pasando y esta sensación de frescura y vida continuaba sacándole una sonrisa. Alzó la vista y sus ojos desvelaron los días que guardaba dentro de sí su mirada. Esa pupila negra que tantas cosas había visto y que seguía filtrando la realidad con su curiosidad innata.

Se sentía feliz con su vida, amaba a su familia, se involucraba en proyectos e ilusiones y, sin embargo, se dio cuenta de que casi no recordaba la última vez que habían susurrado su nombre. En ese instante bajó la guardia y, sin quererlo así, dejó que corriesen con el agua las promesas que esperaba y no llegaron, las que hizo y olvidó mantener, el cansancio de los días planos, las palabras que ahogó en su garganta, los sentimientos que atrapó a medio camino, las veces que apretó los dientes para no llorar, que tapó sus oídos para no escuchar, que se cubrió sus  ojos o desvió la mirada, las caricias que, aún ardiendo en la punta de sus dedos, dejó apagar. Todo ese cúmulo de pasiones reprimidas salió a través de su mirada entonces, como un torrente y lejos de cegarla, le impulsó a abrir la ventana del baño para asomar su torso a ella. Sin fijar la vista en nada ni en nadie, extendió sus brazos firmemente, separando sus dedos con fuerza tanto como podía, abrió su boca y dejó que escapase su alma en un grito capaz de ensordecer al propio viento.

¿Qué había sucedido?¿Cuánto tiempo había estado atrapada en esos moldes? De pronto recordó algo que había oído hacía muchos años ya, algo que, francamente, pensó que no era más que una frase bonita y, sin embargo, había llegado a ella. Se acaba de encontrar consigo misma, inesperadamente, en ese preciso instante. Y supo que, en realidad, se había adaptado, que había aprendido a reprimir sus emociones, a no llorar para no parecer débil, a medir su enojo, desterrar su ira, a no decir “te quiero” para no ser herida, a reír por cortesía, a no entregarse a una causa desde primer instante, a desear en silencio, a disimular su miedo, a recoger sus alas, a lucir el blanco y arrojar el negro a la espalda, a ocultar sus defectos, a competir, a medirse, a destacar, a dar las gracias y pedir perdón sin comprender, a veces, muy bien porqué.

Salió al pasillo con la cara aún mojada, temblaba por la emoción. La casa continuaba en calma, tal vez nadie más fuese testigo de lo ocurrido. Puso algo de orden y bebió agua. Pensó que la vida era mucho más de lo que alcanzábamos a ver, pensó que esta revelación le permitiría descubrir nuevos horizontes en su día a día. Y así, ilusionada por la llegada de un nuevo amanecer, se acostó para dejar que en la intimidad de los sueños su alma se acabara de abandonar a la risa y el llanto y regresara libre y sana al alba, vestida de colores vibrantes por siempre, para habitar su nuevo hogar.



17 comentarios:

  1. Sin palabras. Me gustó, muchisimo...

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  2. Siempre alucino con tu manera de escribir, tienes un gran talento! podrías haberte dedicado a escribir novelas, y... quien sabe, quizás aún estés a tiempo
    P R E C I O S O

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  3. HERMOSO!!!
    abraz♥s y bes♥s y abraz♥s

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  4. No te imaginas cuanto me ha llegado tu relato.
    Además de ser precioso, está muy bien escrito. Muchos besos guapa!

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  5. Colo, que forma de escribir.. me emocionas. Me guardo esta entrada junto a la de Bonita para cuando necesite un poco de esperanza en dias negros ;)

    Super besos!

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  6. A veces, la vida nos va alejando poco a poco de nuestro auténtico yo para más tarde reencontrarnos con él y rendirle cuentas...hermoso e inquietante relato. Un abrazo!

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  7. Que forma tan bonita de escribir... Me has emocionado porque me he imaginado a mi madre en esa situación, tanta represión... Un besazo

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  8. Mica, gracias, me alegra poder compartirlo contigo entonces! besos

    Eraseunavez, muchísimas gracias por tu sensibilidad hacia mí! Siempre me animas! No me planteo escribir más allá de mis sentimientos o vivencias. No más de estos pequeños relatos con los que disfruto. Un millón de gracias!

    MaGiA, gracias mil, de corazón! bes♥s y abraz♥s y bes♥s muy parecidos de vuelta y con amor!

    Drew, me encanta compartir cositas contigo y me encanta que te encante!! Gracias por tus palabras

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  9. Carol, gracias por emocionarnos mutuamente entonces! Y celebro que le guardes un lugar en tus días de sol junto a Bonita!! eres preciosa! besos

    Carol, gracias a tí también! Vuestro cariño me anima a escribir! un beso

    María M., gracias! Yo también creo que tarde o temprano algo se cruza en nuestras vidas y nos hace poner freno y plantarnos en el presente, más desnudos y conscientes. Un fuerte abrazo

    María, gracias preciosa! Qué cosita me da que hayas pensado en tu mamá. No como algo negativo, puesto que creo que todos, en mayor o menor medida, nos vemos teñidos de estos matices que asumimos como normales y naturales y ante los cuales tal vez nos demos cuenta y reaccionemos o tal vez no. Yo me pregunto si ya estaremos (la sociedad en general) inculcándoles de algún modo estas conductas a nuestros hijos y hasta qué punto... y me apena la conclusión que saco en general. Prefiero pensar que se sentirán lo más libres posibles para todo! Un beso inmenso

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  10. Me ha encantado Coco. Tienes talento y sensibilidad y es un gustazo leerte siempre. Besos

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  11. Un texto precioso. Te felicito de corazón. Un beso.

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  12. Mousikh, millones de gracias por tus palabras. Me emociona que pienses esto porque tú también la tienes para mí. Un besazo

    Míriam Tirado, muchísimas gracias por tu visita y por dejarme estas palabras tan bonitas. Gracias! Un abrazo :)

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  13. Muchísimas gracias Beab185, me alegro que lo leyeras y te haya gustado :)

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  14. Leerte es como si me mecieras el alma. Me encantas!
    Un beso.

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    1. Muchas gracias, unaterapeutatemprana! Qué delicia tus palabras... Gran abrazo!

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