martes, 9 de agosto de 2011

Cuando sea abuela

Hace tiempo que esta reflexión me ronda la mente de un modo práctico. Creo que es fruto del tratar de canalizar comentarios poco afortunados acerca de nuestra manera de hacer., bien sea por desconocimiento, por curiosidad o por desaprobación. Aunque los medito, por eso de tratar de sacar algo positivo, tengo que reconocer que nunca me han afectado demasiado, no me han hecho dudar hasta ahora y suelo responder con una amplia sonrisa mientras admito que a nosotros nos va muy bien así. Sin embargo, hay veces que también me cargo.

A raíz de estos encuentros, me ha dado por fantasear con el día de mañana, cuando la hermosa Cereza traiga un bebé a este mundo (¡qué ternura sólo imaginarlo!), ¿Qué tipo de madre seré para ella? si seré o no capaz de entregarle el apoyo que ella necesite sin anticiparme con mis propias percepciones, sin imponerle, aún sin querer, mi manera de creer, de sentir, de cuidar a esa criatura. Divagando, me pongo en la situación de que ella no comparta nuestro modo de crianza, o su compañero, y que crean en los horarios establecidos para todo, que le dejen llorar para no malacostumbrarle o para que le “ensanchen los pulmones”, que no desee amamantar o, en el peor de los casos, que empleen cualquier método conductista e irrespetuoso como el de Estivill... Esto es ya imaginar mucho y ponerse en los extremos pero ¿y sí la vida la llevase a un punto lejano? ¿Sería yo capaz de morderme la lengua, de aceptarlo sin más porque es su momento? Uff, qué difícil. Lo respetaría, habría de hacerlo y de amarlas así, porque sé que mi hija no me pertenece, a pesar de haber salido de mis adentros, pero sería un momento muy delicado y, fácilmente, se podrían crear tensiones, especialmente si pidiera opinión. Francamente, confío en que una situación tan dispar no llegue, puesto que creo que el contacto, el reconocimiento temprano como un ser con capacidad de comprensión y, sobre todo, las muestras de cariño y respeto darán su fruto en forma de más amor.

Con esto quiero decir que es habitual encontrarnos en situaciones que se viven bajo un prisma muy diferente y desde que pienso esto, soy más capaz de ponerme en el lugar de la persona que opina alegremente, que se le escapan comentarios a modo de guía, especialmente si se trata de algún allegado. Probablemente yo también cometa mis errores llegado el momento y desearía que mi hija no me los tuviera demasiado en cuenta. Sé que se me escaparán detalles a sus ojos porque, finalmente, todos nos guiamos por nuestra propia experiencia y por esto mismo también me cargo de buenos propósitos para entonces, aspectos fundamentales para mí como el mantenernos en un segundo plano, especialmente en los primeros momentos. Ofrecer la ayuda desde el exterior, apoyo en las tareas domésticas, el cariño y la admiración, tratando de no sobrepasar la línea de lo que ella no demande para que no se sienta invadida o confusa, para que así despliegue su maternidad a gusto. Por supuesto que en mí, en nosotros, encontrará la confianza y el apoyo que desde nuestra experiencia y nuestro amor incondicional le podamos ofrecer pero quisiera imaginar que ella se sentirá libre de tomarlo o no, de decidir y, sobre todo, de sentir su cuerpo y su alma vibrar en ese momento. Para mí sería un alivio, incluso, que se cuestionara estas cosas, eso siempre te da alas y valor y es una prueba de seguir vivo.

Lo que deseo expresar es que nadie tiene la Piedra filosofal, la verdad absoluta y solución mágica, todos somos lo que nuestra percepción de la realidad y nuestras vivencias nos dan, el resto sólo es cuestión de respeto al prójimo y mucho, pero que mucho tacto.


22 comentarios:

  1. Cocolina, bonita reflexion! me has dado que pensar.. me ha llegado hondo tu conclusion.. nadie tenemos la verdad absoluta, todo depende de nuestra percepcion y vivencias y no olvidemos el respeto al projimo! Me gusta pensar que si ahora estamos trabajando con nosotras mismas para relacionarnos desde el amor y el respeto con nuestros hijos (y por extension con el resto del mundo) esto sera automatico cuando seamos abuelas. No estaria mal, eh? ;)

    Besos!

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  2. Complicado... Parece que se da por hecho que determinados valores se van a seguir transmitiendo (vamos, yo lo daba por hecho), pero claro, como tu dices, nunca sabes por qué caminos te va a llevar la vida.
    Yo creo que desde el respeto se puede opinar sin herir, o al menos lo espero. Ay, que difícil!

    Muchos besos!

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  3. Yo he hablado de esto con una amiga y de verdad que llegado el momento ¿como serà? me queda la esperanza que siendo criada con amor y respeto en su corazòn reinarà una manera de criar respetuosa aunque difiera de la dada a ella.
    Bonita reflexiòn!!!!!!!!

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  4. Carol, bienvenida!! yo también creo que es un modo de vida y no una postura que se adopte sólo para criar y, por tanto, espero que nos acompañe durante muchos años... hasta ser unas abuelitas amorositas!! jeje

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  5. Drew, cariño. También creo, como tú, que crecemos aceptando que lo que nos rodea es lo normal, lo natural y que esa serie de valores, al menos de partida, ya los llevamos.

    Por otro lado no siempre es fácil opinar sin herir, especialmente cuando hay lazos estrechos, puesto que nos tomamos libertades precisamente por esa familiaridad y emitimos comentarios que pueden tocar al otro, no sólo en lo referente a la crianza, por supuesto. Para mí ahí está la cuestión y de ahí que reflexionase sobre el tema.
    Gracias por pasarte y opinar! besitos

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  6. Janeth, mantengamos la confianza en ello, crecer con amor y respeto resulta gratificante ya en la prática para todos y desearía pensar que habrá continuidad en lo principal.

    Gracias por tus visitas, me voy a pasar por tu blog. Un beso

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  7. Yo también me lo pregunto ;-D
    A mí también me gustaría ser capaz de ofrecerle amor incondicional, confianza, apoyo… y libertad absoluta para elegir su vida.
    Creo que la clave está en cómo tu bien dices “…sé que mi hija no me pertenece”.
    Pero cuando recibo comentarios mandatorios y desaprobatorios de mi madre no puedo evitar entristecerme y preguntarme si yo haré lo mismo, no puedo evitar imaginármela de madre recién estrenada recibiendo estos consejos y jurando “yo nunca lo haré”…
    ¡El tiempo nos lo dirá!
    Abrazos libres y esperanzados!

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  8. Ya veo que no soy la única "loca" que le da por imaginarse el futuro lejano, je, je... En mi caso además, al ser niño, será aún más complicado, porque dependerá mucho de cómo sea la persona que elija como madre de sus hijos... No es lo mismo ser madre que suegra. En fin, el tiempo dirá.

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  9. Pues yo debo deciros, a las que tengais nenas, que os vayais preparando para lo que pueda venir... la mamá de mi marido es más de nuestra onda, desde que nació mi nené está feliz por que yo le he dejado tener en brazos a su nieto cuanto ha querido, achucharlo, me ha visto darle el pecho, y por el brillo de sus ojos y sus comentarios SÉ cuan feliz le hace que lo estemos criando así...

    Su hija sin embargo es "del otro lado", como he podido comprobar ya, y aunque estoy seguro que algún intento habrá hecho, está claro que han sido absolutamente infructuosos, porque a su crío le toca chupar silla a tutiplén "para que no se malcríe", brazos menos que nada, biberón que es más cómodo y total alimenta igual, a quedarse al cuidado de abuelos, tíos, primos y demás familia que tiene que acostumbrarse, y por supuesto a dormir solito, que los papis tienen que poder hacer su vida....

    Y yo, me pongo en el pellejo de mi mama-suegra, con lo amorosa que es, con lo que disfruta achuchando y mimando a su primer nietito, y me imagino lo que le estará doliendo no poder hacer lo mismo con el otro, que para más inri es el bebe de su hija, lo cual bajo mi punto de vista hace que duela el doble...

    En fin, cuanto me alegro de que mi costillo no tenga las mismas ideas que su hermana :D

    Por cierto, perdonad el rollazo jajajajajaaj Me quedo por aquí leyendo, que me ha gustado mucho lo leído hasta ahora :)

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  10. Yo espero no ser tan pesada ni metementodo como las marujas que todo lo opinan acerca de la crianza que tenemos ahora los jóvenes con nuestros hijos.....la base es el cariño y el respeto....
    Luego cada uno puede tomar uno u otra postura!!!

    Besos

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  11. ¿Sabes cuántas veces me he puesto en esta situación futura? Pero además como el mío será el papá, ni el que pare, ni el que amamanta... pues no sé...

    Me sorprendo pensando si seré capaz de estar a su lado sin objetar nada, sin forzar nada... Buf, qué difícil!!

    Un besote.

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  12. MaGIA, exacto, el tiempo no dirá! Gracias por aportar tu granito de arena compartiendo algo tuyo.

    Imagino que es algo que no podemos evitar y, tal vez, al esforzarnos en no repetir los errores de nuestros padres hagamos otros sin percatarnos de ello. La verdad es que mis padres no interfieren demasiado, me han dejado hacer y deshacer muy ami antojo. Hace días que me rondan las ganas de escribir algo sobre esto pero creo que debe acabar de tomar forma en mi interior primero. Un beso y gracias!

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  13. Todavía no me había puesto a pensar en esa tesitura, pero creo que es un papel difícil, sobre todo si elige un camino totalmente alejado de nuestra manera de ver las cosas.
    Es un buen ejercicio para desarrollar la empatía hacia los comentarios ajenos, pero yo no creo que esté preparada si mi hija me sale Estivilizadora, por ejemplo! En fin, que sea como tenga que ser, intentaré apoyarla tal como sea.

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  14. @Mousihk, Carol.. sí, parece que hay más de una "loca" suelta planteándose cosas lejanísimas!! jeje
    Tenéis razón, no es lo mismo vivirlo con una hija que con una nuera, pero también lo encuentro muy importante. Es otra dimensión y, aunque habrá todo tipo de relaciones, no suele haber unos lazos establecidos por la confianza y la convivencia que nos dan pie para pedir ayuda o frenar situaciones (por ejemplo) y se suelen mantener unas distancias marcadas por la cordialidad y el afecto que también son delicadísimas. En fin, todo un munco que ya descubriremos desde otro punto! Besitos mil

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  15. Vanesa C., gracias por tu aportación y bienvenida! Ya ves, un ejemplo de la diversidad de esta vida! me alegro de que disfrutes de esos ratos de complicidad con tu suegra y de esos momentos que pasan juntos. Es enternecedor ver a los abuelos junto a nuestros hijos, se les ve rebosar de amor. Un beso!

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  16. Jeza Bel, guapa, exacto, la base es esa, para poder expresarte sin imponer y poder aceptar críticas sin ofenderte. Un beso grande

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  17. Eraseunavez! Así es como me planteé esta reflexión desde el principio, como un ejercicio para no sentirme molesta en algunas situaciones frente a según que comentarios. No se trata de justificarlo todo porque lo comprendes, pero sí es cierto que comprendiendo los motivos de los demás es más fácil encajar las cosas o darles su justa importancia. Un beso

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  18. Está claro que maneras de criar hay miles. Yo ha veces me he planteado lo mismo y en el caso de que no tratasen con respeto a mi nieto creo que no podría callarme.
    Confío en que el amor que les transmitimos lo sepan transmitir también ell@s.

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  19. cololina: entiendo tu planteo, yo tambien lo pienso cada tanto. capaz soy una ilusa pero creo que tanto amor, tanto cariño y respeto que les estamos dando a nuestras niñas va a dar su fruto. no creo que mi hija crea en el metodo estivill... al contrario, creo que a mi hija le va a salir "natural" esto de los brazos, de no dejar llorar a su bebe, del amor incondicional...
    no como a mi, que vengo criada de otra manera, que me cuesta o a veces debo razonarlo mucho...
    ya hay generaciones de niños (no tan niños) criados de esta manera y todos cuentan que son muy buenas personas. obvio a las madres les dicen "tuviste suerte" nunca "tenias razon"...
    TE SIGO!

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  20. Carol, ahí está la cosa, qué difícil situación. La diferencia es no acabar cargando como ocurre a veces, creo yo. Besitos

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  21. Paola, estoy encantada de que estés por aquí, bienvenida! Creo que todas opinamos como tú y que esperamos que sea algo que les salga de manera natural porque es lo que conocen, al menos, hasta toparse con otros modos. Gracias Paola, un saludo

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  22. Me reflejo en ti, no se por qué pero mucas veces he pensado ésto mismo, cómo ser una buena madre cuándo me toque ser abuela. Quizás porque una de las cosas que más me ha agobiado, sobre todo los primeros meses han sido mis padres y mis suegros, demasiadas visitas, comentarios que no me han gustado, sentía que me invadían, y eso que no ha sido para tanto, no han criticado, nos han respetado, pero han estado demasiado presentes. No me gustaría que Emma tuviera ésta sensación tan desagradable, porque es un momento en el que lo que menos se tiene que preocupar es de nosotros. Espero hacerlo bien, y llegado a ese punto tener la confianza suficiente con mi hija para que ella me diga lo que necesita.

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