sábado, 18 de junio de 2011

Animal de mar

La Cerecita es animal de mar, no me sorprende porque es mucho más hermoso y salvaje que cualquier piscina. Hemos pasado una tarde maravillosa. Aplicando lo aprendido, nos hemos sentado en la orilla, algo apartados, inspeccionando la arena, su textura, su aspecto de cerca, su sabor, como no. Jugando con las algas, regalando sonrisas a las caracolas. Y así poco a poco, llevándome de la mano se ha ido adentrando en el mar, a grandes zancadas, haciendo bailar el agua a nuestro paso.

Ha sido una de las tardes más bonitas de mi vida, juntas en el agua, saltando sobre mí, besándome, alternando el sabor a sal con dulces sorbitos de teta.  Jugando a escoger algas y piedrecillas con su padre, daba gusto verles, qué ternura!

Al atardecer, nos hemos secado sobre las rocas mirando al sol para luego acurrucarnos en la arena, ella mamando y papá abrazándonos a las dos hasta dormirnos. Me sentía en paz, agradecida y feliz.




3 comentarios:

  1. Qué maravilla! Me encanta vuestra tarde de playa! Tu cerecita está preciosa! Un besazo!

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  2. Muchas gracias Ira! La verdad es que fue preciosa! Ayer repetimos, esta vez con los abuelos y también fue entrañable... la Cereza le bajaba el bañador a mi madre para verle las tetillas y le entraba la risa!!. Un besito grande a vostoras también!

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  3. que bonita tarde...que agusto! estos pekes siempre buscando teticas...que graciosa

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