martes, 28 de febrero de 2012

Mi espinita con la "Maternidad Consciente"

Quizá esta reflexión sea adentrarme en un terreno delicado y cierto es que he necesitado darme tiempo para comprenderla y empujar cada palabra hacia fuera. Me gustaría comentar que en modo alguno generalizo al expresarme y que confío en que se convierta en un ejercicio de sanación y proximidad para aquellas situaciones en las que esta espinita está hay. Éste es el deseo que me lleva a abrirle paso.

He de reconocer que no soy muy amiga de las etiquetas, al final no me acabo de sentir cómoda con ciertos términos de los que nos vamos apropiando, a pesar de ser términos hermosísimos con los que parezco armoniosa. Pero si giro el prisma tomo conciencia de que estos nombres que contienen y unen, a su vez, excluyen. Y esto me inquieta dejando una fina brecha por la que escapa esa belleza.

La “Crianza con apego” y “Crianza Consciente” la vivo y la siento porque mi hija y mi instinto sembraron esa semilla y la riegan a diario. Pero también supone un aprendizaje, un conocer y conocerse. Hay que reconectarse con nuestros cuerpos, con nuestra naturaleza, con ese otro ser que sentimos nuestro sin serlo realmente, con esa alma que abandonó nuestro vientre. Hay que observar, sentir, pensar y decidir. Y cada paso hacia nosotras mismas lleva su propio tiempo, su propio aroma, su ritmo preciso acorde a cada vivencia y mujer. Hasta que nuestros brazos se abren para sostener firmemente y alzamos la mirada. Entonces aquella semillita comienza a florecer. Y tengo la sensación de que, a veces, este proceso muchas de nosotras, madres “conscientes” que desaprendimos, aprendimos, desaprenderemos y aprenderemos de nuevo, no siempre lo tenemos presente.

Y se juzga. Quizá ni una sola sílaba abandone nuestro cuerpo pero nuestras miradas, nuestros silencios, nuestro “saber” o creer saber nos delatan. Y duele. Puede dañar si se hace a la ligera. Porque se ignora que hay detrás de esa otra madre, cómo son sus horas, sus percepciones, sus noches. Si le faltan o sobran minutos al día. Si confía en sus pechos o se siente incapaz. Cuántas voces la acompañan, cuántos silencios. Cómo afronta este cambio tan visceral, si se revuelve por dentro, si se siente una extraña, insegura y plena a la vez, o si se encuentra arropada o sola. Cuánto pesa realmente esa criatura en sus brazos o si se duerme meciéndose a sí misma entre sonrisas y lágrimas… Porque no es fácil saber en qué punto del inmenso mar de la maternidad se encuentra sumergida cada mujer cuando todos los segundos son distintos y somos testigo de tan sólo unos pocos.

Y, a veces, creo que esto se difumina. Tal vez ocurra que en nuestra actitud de observar, cuestionar o cuestionarnos despistemos las fronteras, acostumbradas también a ser miradas o señaladas por nuestras elecciones. Empleamos etiquetas hacia dentro y hacia fuera sabiendo que cuesta desprenderse de ellas cuando se adhieren a nosotras, es decir, cuando se aceptan. He asumido que mi modo de hacer resulta extraño y desmesurado para parte de mi entorno, sé leer entre líneas comentarios y aprendí a descifrar algunas miradas, pero desconozco cómo mira a sus semejantes quién vive la maternidad y la crianza de una manera distinta o cómo se observan a ellos mismos. Por eso hablo desde mi pequeño mundo donde sí he percibido esa “mirada” también desde dentro, donde he notado alguna vez este peso ante los ojos de mujeres afines a mí y eso me hace cuestionarme éstas y otras muchas cosas.

Autor/a desconocido/a
Me encontraba en el primer mes tras dar a luz, despertando, vibrando, cuando los sentimientos más impulsivos se encuentran a flor de piel y un torbellino de emociones entremezcla el amor y la belleza. Recobrando la fuerza madre que vivía en mí, esa furia animal y mamífera que me invadía, lejos del ritmo del día a día, de los minutos, de las comidas. Cualquier cosa más allá de sostener a mi hija y desnudarme ante ella y ante mí misma, me parecía demasiado grande. Enorme. Fue entonces cuando bastaron unas miradas presenciando mi indecisión para sentir la tensión del que observa y juzga. Bastaron unos minutos y yo aprendí de ese gesto y supe a qué era debido. Calibré. Comprendí. Ahora con la perspectiva del tiempo y la calma de lo ya conocido sé que algo avancé en este camino de crianza a pesar de la poca relevancia de la situación. Sin embargo, lo asumido no sana el sentirse cuestionada en tu maternidad con la guardia bajada, cuando no lo esperas. Ninguna lección compensa esa sensación, en ningún momento de nuestro camino, pero aún menos cuando una mujer comienza la inmersión en su puerperio, con su alma cuajada de estrellas y su cuerpo aún sangrante de vida.

Mi percepción va cambiando a medida que me sitúo en este mundo de mujeres conscientes, en esta tribu sostenedora y ondulante como nosotras. Observo mis pasos y mis pensamientos y si me sorprendo juzgando una actitud ajena me salta una alarma en mi interior preguntándome a qué se debe. Cuánto conozco a esa mujer realmente, cuánto sé de su vida, de sus ojos, si acaso ese gesto presenciado merece ese pensamiento por mi parte. ¿Por qué lo hago si soy una extraña para ella? ¿O por qué lo hago si aun siendo distintas nos une un viejo cariño? ¿O por qué llega a ocurrir entre comadres, mujeres que bailamos bajo el mismo sol y la misma luna como hermanas? Tal vez dejemos al descubierto nuestras propias debilidades o temores que precisan tomar fuerza para desaparecer y afianzarnos así como las madres que somos: imperfectas, necesitadas, merecedoras de cariño, comprensión, compañía y perdón.


Klimt
Si has llegado hasta aquí, te doy las gracias por acompañarme mientras deshacía este nudo. Debo haber abandonado alguna cadena por el camino, porque mi siento más ligera

44 comentarios:

  1. He llegado al final, comprendo perfectamente lo que dices y en muchas ocasiones me siento igual o parecida, pero es que cada mujer y cada madre somos diferentes. Lo importante es ir abandonando las cadenas que dices al mismo tiempo que realizamos el camino.

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    1. Mamá de parrulín, gracias por acompañarme entonces y por la empatía. Eso creo yo también, que aunque parecidas hay multitud de matices que nos diferencian y en ocasiones nos pueden alejar más que unir si no tenemos cuidado. Un beso

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  2. Creo que es muy distinto tener una opinión diferente a otra persona y ser consciente de que no compartes su modo de hacer, que juzgarla. La primera actitud me parece algo natural e incluso generoso ya que como mucho se te escapa en tus silencios o en tu mirada, algo de lo más repetuoso ya que no te permites hacer ningún comentario al respecto. Sin embargo la segunda es algo a evitar.

    Yo todavía no soy madre, pero como siempre digo estoy en proceso. Observo muchísimo a las mamás que hay en mi entorno o incluso en la calle, los parques... Lejos de juzgarlas lo que intento es aprender de ellas, de sus errores o de sus aciertos. Plantearme si es como lo quiero hacer yo o por lo contrario evitar ese modo de criar a un niño (normalmente, he de decir aprendo más viendo lo que No quiero hacer....) Pero no las juzgo, cada uno hace lo que considera que es mejor o lo que puede o hasta donde llega porque no se ha planteado más.

    Por otro lado intento mentalizarme de que quizás, bueno mejor dicho seguramente, yo sí seré juzgada y lo más probable es que reciba más que silencio o miradas. Intento prepararme para estar segura de mí misma y de lo que he decidido y que, a pesar de que hay momentos en los que eres más vulnerable me afecte lo menos posible.

    Bueno...no me enrollo más, gracias por hacerme reflexionar sobre este tema

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    1. Hola mamácolibrí! Estoy contigo en que es diferente no compartir que juzgar. Cuando hablo de juzgar es cuando a raíz de una situación concreta acreditas o desacreditas a alguien en función de tus ideas o de lo que crees haber percibido sin tener en cuenta otros factores. A veces sí se agra dece que no haya palabras, pero en otras ocasiones, acercarse unas o otras, si hay confianza, puede enriquecer las cosas. También es cierto que hay miradas que dicen y duelen más que las palabras.

      Qué maravilla esa empatía que vives sin llegar a ser madre aún. Antes de serlo tan sólo recuerdo cosas que deseaba y no deseaba hacer y otra muchas que nunca me había cuestionado hasta que llegó el momento. Muchas cosas se vuelven sutiles entonces.

      No te enrollas, al contrario, tus impresiones son bienvenidas! Un gran abrazo

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    2. He estado dándole vueltas a este tema...y he escrito una entrada al repecto. Te invito a que la leas y me des tu opinión.

      Un besito

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  3. me alegra que hayas aligerado ese peso de tu conciencia, pero es uno que cargamos todos los seres humanos, sólo que muy pocos somos conscientes de ello y buscamos alejarlo de nosotros, ese peso que deja el andar emitiendo juicios a priori; es curioso, porque en estos últimos día lo veo mucho en la red, y hasta yo he escrito al respecto, y en el mundo real, ese "etiquetar" y "juzgar" del que hablas, ese sentir de "la tribu" de omnipotencia y "todo lo sé". A mi también me aterra porque como tu bien lo dices "no es fácil saber en qué punto del inmenso mar de la maternidad se encuentra sumergida cada mujer cuando todos los segundos son distintos y somos testigo de tan sólo unos pocos". Me quedo con esa frase y me la guardo en mi cofre de ideas sabias :).

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    1. Cata, gracias por acompañarme con tu presencia y tus palabras. No había visto movimiento en la red sobre este tema pero esto que me dices me hace pensar que tal vez nos hemos pasado en algún punto para que se genere esta sensación general... Me encantaría leer tu reflexión, como ya digo, deseo que el exteriorizar lo que siento me sirva para conocer otros puntos de vista y sanar. Gracias por todo y por contar con mis palabras para alguno de tus momentos, me sonrojas! Besos miles

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  4. Querida Cocolina, dulce...
    Lo has dicho de una manera preciosa, llena de sensibilidad y sabiduria. Has puesto voz a lo que yo siento también, y que he tratado de explicar a través de dos entradas en mi blog separadas en el tiempo.
    No tengo nada más que añadir. Lo compartiré en la página, me parece hermoso y verdadero.
    Siempre digo que maternidad consciente es saber reconocer nuestros limites y aceptarlos, eso es conciencia, aunque no siempre pueda ser materniad con apego, para mi son dos. Osas distintas.

    Te mando un abrazo muy fuerte y dulce,
    Noraya
    "El Rumor de las Libélulas"

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    1. (perdón por las faltas, te contesto desde el móvil :)

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    2. Noraya, preciosa... tus palabras me llegan hondo, muchas gracias! Ahora que lo comentas, recuerdo haber intercambiado contigo alguna impresión sobre las etiquetas hace tiempo en tu blog... ya andábamos en consonancia entonces :)

      Gracias por compartirlo y por tus bonitas palabras. Como le decía antes a Cata, me encantará leer tus propias reflexiones sobre este tema porque de eso creo que se trata realmente y quizá sea el calor de tribu que necesito sentir ahora mismo.

      Millones de gracias y un abrazo de corazón

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    3. Querida Cocolina!
      La verdad es que no sé si volveré a escribir sobre el tema, la verdad es que no sé si volveré a escribir en el blog... así que te dejo aquí las dos reflexiones que hice anteriormente sobre el tema, si no te molesta :)
      Otro abrazo preciosa!

      Noraya
      http://elblogdenoraya.blogspot.com/2011/12/con-mi-crianza-con-apego-con-mi.html

      http://elblogdenoraya.blogspot.com/2011/07/crianza-natural.html

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    4. Ya me dió curiosidad tu comentario de las etiquetas... y lo encontré. Con este post también quería hablar de los mismo:
      http://elblogdenoraya.blogspot.com/2012/01/honrando-la-mujer-salvaje-que-ademas-es_8601.html

      ...por eso creo que no lo voy a decir más, ya lo he dicho tres veces, ya me saqué la espinita, jajaja
      Pero sigo creyendo que maternidad con apego no es necesariamente maternidad consciente, eso lo veo todos los días.
      Gracias por dejarme compartir también aquí, en tu casa.
      Ooooootro abrazo volando pa´llá, linda!!

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    5. Noraya, qué ha ocurrido? Sientes que ya es el final de compartir en el blog, el fin de esta etapa? Espero de corazón que así sea y no se deba a otras cosas.
      En cuanto a la crianza con apego y crianza consciente bien es cierto que son dos cosas distintas pero, a mi modo de entender, muy relacionadas, generalmente una cosa te acaba conduciendo a la otra y al revés.
      Ahora me paso a leer cómo sacaste tu espinita :)
      Grandes besos y gracias!

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    6. Sí, estoy de acuerdo contigo Cocolina... en todo.

      Y sí, siento que una etapa termina y que el blog ya no es necesario, al menos para mí o para Nur... estoy buscando la manera de terminarlo y de cerrar... con mucho amor...

      Un abrazo inmenso!

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  5. Escribir y vaciarnos es temendamente terapéutico, quien iba a decir que los blogs fuesen una ayuda tan inestimable, ;) Creo que como personas que somos con un carácter y un bagaje, siempre nos llama la atención lo que no compartimos, lo que no entendemos. Muchas veces me tengo que repetir el "no juzgues". Soy consciente que incluso sin darme cuenta, caigo en ello. Y no me gusta nada. Intento no dar con la misma piedra y sólo observar, para aprender (porque siempre aprendemos, aprendemos lo que queremos para nosotras y también lo que no queremos). Un besote.

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    1. Mo, gracias por tu franqueza. No es fácil, no sólo en la crianza, porque a parte de las propias vivencias y el carácter también está el entorno, este espíritu competitivo para todo. Encuentro positivo fijarnos en lo que nos nos gusta pero eso es diferente a juzgar los actos de otra madre, creyendo que es X o que no es X. Sí, charlar así sin tapujos es liberador :)
      Gracias por estar y por compartir! Un gran beso

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  6. Mi Amor,escribo desde el movil... Comparto completamente... Hace tiempo que tambien quería escribir sobre esto.. Cuando vuelva a casa te escribiré porque me encantaría compartir contigo un proyecto que late en mi desde hace muchooo y que cada vez me llama más en mi corazón.. Tiene que ver con esto que tan bien (como siempre) has explicado. Millones de besos

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    1. Paula, preciosa, de verdad que está resultando más sanador de lo que pensaba el sacar esto hacia fuera al recibir todo vuestro cariño, comprensión y empatía. Gracias! Será precioso leer tu reflexión y me da a mí que me hará reflexionar mucho...
      No tengo palabras para expresar mi alegría con lo que me cuentas, espero esa llamada y me siento ya agradecida por pensar en mí desde tu corazón, sea lo que sea ese proyecto. Qué intriga y cuanto amor me llega. Gracias!! ♥♥♥

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  7. Se me ha puesto la piel de gallina!! Que acertadas y bellas todas tus palabras!! y cuánta razón!! A mi también me pasa... gracias por hacernos recapacitar sobre algo tan importante, Besos!

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    1. Desirée, gracias a ti por acercarte y compartir este momento conmigo. Me alegra que te haya emocionado y que nos haya hecho pensar juntas. Un gran abrazo!

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  8. Cuanta verdad hay en tus palabras. Siempre reaprender. Se paladea cada frase, yo miro hacia dentro y también tengo que reflexionar. Todas merecemos respeto, perdón, comprensión y como dices a comadres y mujeres que bailen bajo el mismo sol y la misma luna como hermanas. Merecemos y necesitamos

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    1. Mamá corchea, qué lindo ha sido este encuentro nuestro, gracias! No solo me alegra el no sentirme sola en estos pensamientos sino que me siento afortunada por sentirme cerca de mujeres como tú, como vosotras. Entreguemos y recibamos el respeto desde dentro bien vale nuestro esfuerzo. Gracias por tus palabras ♥

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  9. Colo, qué bien has expresado lo que siento en ocasiones. Aunque el pensamiento es difícil de controlar, sí lo son nuestras acciones. En algunas ocasiones me he preguntado si alguien habrá percibido en mi lo que yo tantas veces he percibido en los demás. Aunque nunca haga ningún comentario ni dé mi opinión, no sé si algún gesto o silencio como tú dices, ha sido interpretado de manera negativa.

    Bravo por tu reflexión.

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    1. Elena, esto es algo que pienso a veces también y la verdad es que creo que sí, que probablemente lo hayan percibido y se hayan sentido intimidadas... qué sensación más desoladora, verdad? Porque mi impresión es que, a veces, se cuestionan hasta los más pequeños detalles. Entiendo que se choque más directamente con modos de entender y hacer distintos pero cuando esto ocurre en un ámbito que se supone de confianza y relajado para mí es una señal de alarma que me dice, no nos estaremos pasando en algo?
      Gracias a ti guapa, por pasar y compartir tu experiencia.

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  10. Me ha gustado mucho tu reflexión y cómo lo has contado. La verdad es que me siendo identificada, para lo bueno y para lo malo.
    Al menos si somos conscientes de esto podemos preguntarnos el por qué nos ocurre. Además me doy cuenta de que cada vez me ocurre menos, y es que cada una tenemos nuestras circunstancias.
    Gracias.
    Un abrazo

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    1. Carol, es duro construir una crítica hacia lo amado, lo conocido, lo que sientes y defiendes porque finalmente, también es una crítica hacia ti misma.
      A mí también me ocurre cada vez menos cuando se trata de maneras diferentes de proceder, será que nos vamos relajando con el entorno y también él con nosotras y comprendemos que esto no es ninguna batalla.
      Dentro de la misma onda, digamos, me ha sucedido muy pocas veces y la sensación que me ha dejado ha sido bastante desagradable. Me hace pensar en todo esto y en porqué sucede, quizá sería más honesto y constructivo acercarnos y conocer, no sé. Me entristece porque es una actitud que observo cada tanto aunque no vaya relacionada conmigo y me hace pensar.
      Gracias a ti por estar y acompañarme. Un fuerte abrazo

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  11. En el fondo todas no somos tan disintas... Amamos a morir aunque yo lo haga así y ella sá, lloramos si están ingresados y enfermos, les echamos de menos cuando no están, reímos, sentimos... Somos una en el fondo. Cada una con su circunstancia, su momento y su proceso, pero en el fondo somos una.
    Así lo veo yo. Besos

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    1. Hola Míriam, estoy contigo en que todas somos iguales porque todas somos humanas, tememos, amamos, protegemos y experimentamos sentimientos parecidos en la maternidad. Pero sí creo que hay muchos matices que nos hacen diferentes ante una misma situación y percibir estas diferencias es lo que nos hace más afines con unas personas que con otras.
      Para mí la tristeza está cuando nos permitimos acreditar o desacreditar a alguien, especialmente cuando sucede dentro de un mismo entorno, por un hecho circunstancial.
      Gracias por tu visita y tu aportación. Besitos

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  12. Desde luego no hay madres perfectas. Yo me quedo con lo que me dijo el psicólogo de mi guardería. Las iniciativas que toman los padres por amor a sus hijos siempre están bien. Otra cosa es que sean las más correctas...

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    1. Hola madre desesperada, así es, porque sin duda hay opciones más correctas que otras y creo que es más fácil estar de acuerdo con lo que resulta claramente incorrecto pero de ahí a lo súper correcto nos vamos quedando cada cual con nuestros matices. Un abrazo y gracias por compartir

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  13. Da gusto leerte, Colo! Todavía no me han cortado la línea para reparar el problema y he aprovechado para visitarte!
    Lo primero que me ha venido a la cabeza después de leerte (y recuperar imágenes y situaciones vividas mientras lo hacía pues yo he sido y estoy siendo persona muy maliciosamente etiquetada por mi entorno más inmediato)es competitividad, hipocresia, envidia, ignorancia,... Pienso que vivimos en un tipo de sociedad altamente competitiva, materialista y superficial que cuestiona todo lo que es espontáneo, instintivo y natural porque desde que somos niños/as se nos reprime con la crítica destructiva, las comparaciones mal intencionadas, las ridiculizaciones, los juicios de valores,..., además se nos "educa-domestica" para que tengamos las mismas conductas de grupo anulando la esencia íntima y personal de cada cual. Crecemos y las actitudes se repiten, por ello, una gran mayoría reprime, juzga y cuestiona lo natural y espontáneo sin pararse a pensar ni por qué lo hacen, pues simplemente lo ven mal porque no es lo común y corriente (lo que nos han enseñado a creer que es correcto) y si ellos/as se lo reprimen, pasando por el tubo, ven mal que otros/as tomemos otras iniciativas más personales e instintivas; es como si se nos continuara mirando como ese niño/a que no "aprende" y, por ello, se nos continua atosigando pues no entienden que son ellos/as los que tienen que aprender a tolerar y respetar lo natural y difente, compartiendo y aprendiendo a desinhibir sus sentimientos reprimmidos, aprendiendo, a su vez, a vivir y a dejar vivir a los/las demás en paz!
    Nuestra sociedad está montada pensando en lo económico, no en lo humano por ello nos hacen creer, desde la infancia, que debemos ser productores y consumidores por lo que ganar dinero y gastar para lucir y presumir es más correcto que atender y cuidar buscando alternativas más autosuficientes y naturales de vida. Una sociedad donde interesan más las leches artificiales y las guarderías que el cálido abrazo, tierno y protector, de una madre. Una sociedad robotizada y programada que se autopresiona y presiona pues vive sujeta a tensiones, represiones y miedos muy difíciles de superar si no se piensa y no se pone voluntad a ser uno/a mismo/a pasando de las críticas destructivas, las miradas represoras y los juicios de valores infundados en falsos valores. Una sociedad hipócrita que suele hablar a las espaldas pisando y mintiendo pues quien vive reprimido/a, casi siempre, expresa lo contrario a lo que siente!
    Yo no me siento de occidente y pienso que lo soy por accidente pues, desde niña, que camino contracorriente y muy atacada, malmirada y despreciada por los/las que se consideran perfectos/as dentro de lo corriente y, por ello, se sienten superiores y diferentes pero,..., sólo es lo que ellos/as sienten pues no es Verdad que sean superiores ni perfectos aunque así ellos/as lo crean. Para mi son personas, con muchos problemas, que tienen mucho que desaprender y mucho que aprender.
    Uy!!!! Como me he enrollado y quizás hasta parece que me he ido de tema pero ya que lo he dicho y dicho queda!
    Un beso muy fuerte Colo! Me encanta tu sinceridad y tu discurso porque dejas que se exprese tu alma! Un beso grande, también, para Cereza!

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    1. Hola Lídia, me gustaría comenzar dándote un abrazo :) Imagino que habrás llegado hasta donde estás, a ser la mujer y madre que eres, dejando por camino todo aquello que considerabas innecesario a pesar de resultar imprescindible para mucha gente. Para mí esta actitud es de admirar, porque no es nada sencillo nadar contracorriente y, aunque suponga una elección personal el alejarse de ciertos convencionalismo o líneas de actuación impuestas, se siente ese sentimiento de exclusión del grupo. Porque es cierto que nuestra sociedad está pensada para avanzar rápido y sin molestar, para adaptarse, engranarse a la rueda y darle cuerda para que no pare. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que hemos construido un sostén universal basado en la producción, el consumo y la posesión y no en el factor humano y creo que por eso nos emocionamos cuando conectamos con algo que nos hace vibrar, conectar con otro corazón, con una ayuda que no esperas, un gesto cariñoso... no te parece increíble que estos pequeños detalles nos sorprendan hasta emocionarnos? Para mí son señales claras del mal camino que estamos tomando, esto debería ser lo normal y no la desconfianza que mueve el mundo con su careta amable.
      Yo no he sido demasiado encasillada ni etiqueta, pero sí reconozco ciertos juicios emitidos hacia mí por haber optado por ciertas cosas a lo largo de mi vida. Ahora con la crianza de mi hija también lo percibo, trato de hacer las cosas a la manera que me siento capaz de llevarlas a cabo y que entiendo beneficiosas para todos. Por eso trato de no calificar de radical ni alternativo al que da un paso más allá o de inconsciente al que da un paso menos... Todo es un trabajo de pensamientos, sentimientos y realidad... No es fácil! O sí? :)
      Muchos besos Lídia, me encanta charlar contigo aunque nos vayamos de los temas, eso es lo de menos! Gracias por esta visita pirata antes de perder la línea y por compartir tanto y tan profundo! Miles de besos

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    2. Mil gracias Colo por comprenderme tan bien y por no etiquetar ni excluir pues das paz, fuerza y reposo dentro de esta corriente que nos atrapa a tod@s, sobretodo, a los/las que seguimos los instintos naturales y humanos que tanto se reprimen y tan reprimidos están! Mi situación ha sido muy dura porque mis exparejas y sus famílias son quienes me han etiquetado y despreciado por ser catalana, además! Gracias a ese instinto pero, he conseguido "salir" de ell@s y su maltrato sin desconfiar de l@s demás, con la esperanza siempre viva de encontrar personas humanas, honradas y comprensivas, que también las hay y muchas! Tu eres una prueba de ello pues tu saber, tu respeto y tu conciencia, tan dignas de admirar, te definen en cada una de tus palabras!
      Mil besos, Colo, por ser tan íntegra y por estar siempre, ahí, luchando, expresándote y dando cariño y aliento!
      (Estos de Telefónica nos tienen "abandonados" sin darnos señales de vida pero aún les voy a dar las gracias pues, por ello, he podido disfrutar de esta comunicación contigo! Supongo que la semana que viene será cuando nos dejaran sin linia, no sé! mientras no la cortan aprovecho! :) Gros biso!

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    3. Lídia, lamento de verdad que hayas sufrido por ser sencillamente como eres. Vivo en un lugar bilingüe y, tristemente, sé lo que es tratar sin respeto al diferente y poner barreras donde puede haber entendimiento. Este desprecio lo he visto por ambas partes y lo encuentro generalizador e innecesario. Creo que es hermoso amar lo que somos y nos identifica desde el respeto a la diversidad.
      Tus palabras me sonrojan, de verdad, gracias por todo el cariño que destilas, tu sinceridad y tu color (amarillo alegría)... Todo va de vuelta hacia ti! Un grandísimo abrazo y que siga la racha de Telefónica...

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  14. Colo, yo te he acompañado hasta el final. Te has expresado completamente y creo que la gran mayoría de mamás estamos de acuerdo con lo que has expresado.
    Yo sí he juzgado, y más de una vez y seguramente erróneamente. Desde hace tiempo, intento no hacerlo. Creo que cada uno tenemos nuestras circunstancias y lo realmente importante es que todas queremos lo mejor para nuestros hijos.
    Un beso muy fuerte

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    1. Sonia linda, gracias por la compañía! Esa es la cuestión, me cuesta creer que una madre no desee lo mejor para sus hijos por eso me da la sensación de que una vez nos sentimos más seguras en nuestra postura de madres, más arropadas, más identificadas unas con otras, se acaba perdiendo de vista que hasta llegar a este primer punto, que aun queda mucho camino por recorrer y no hay que olvidarlo, hay quién se siente con cierto poder para juzgar a quién viene detrás. A mí me ha ocurrido también y la sensación que me queda es inquietante. Gracias por compartir, un beso gigante!

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  15. En esto de la crianza hay en juego mucha pasión, mucho sentimientos encontrados y mucho de evaluación propia y ajena. Es inevitable compararse con los demás e incluso experimentar cierta autosatisfacción cuando ves que tu camino da buenos resultados. Nada malo hay en ello, otra cosa sería imponer a los demás nuestra propia visión o juzgar sin suficientes criterios.
    Una cosa está clara, todos los padres normales aman a sus hijos y deciden en cada momento lo que creen que es mejor y los resultados de unos caminos u otros se verán con el tiempo.
    No te sientas mal, cuando se es una madre implicada con la crianza es normal observar las conductas ajenas para admirarlas o reprobarlas :)
    Como siempre, me ha encantado tu post.
    Un abrazo!

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    1. Oh, María, qué bien expresado cuando dices que en la crianza hay mucha pasión en juego! Así es! Por supuesto que es gratificante experimentar autosatisfacción cuando has apostado por algo y estás recogiendo sus frutos, especialmente cuando lo has hecho con el corazón además de la cabeza y ese bienestar afecta a tus seres queridos también. Gracias por la comprensión, lo que me lleva a expresarlo de este modo es la vivencia desde dentro, no sólo porque me haya sucedido en alguna ocasión a mí misma, sino porque lo veo a veces y no llego a comprender porqué ocurre... Aquí es dónde trato de reconciliarme con ciertos términos! Gracias por tu calorcito y tus palabras. Un abrazo de vuelta

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  16. Colo, si te digo la verdad llevo 2 dias dandole vueltas a lo que dices. Estoy totalmente de acuerdo contigo.. que por cierto, me encanta la forma en la que lo has expresado, con esa sensibilidad que cala bien dentro. No me gustan las etiquetas, pienso como tú que incluyen y excluyen a partes iguales. Creo que estamos atrapados en esto del bien y del mal.. lo que yo hago esta bien y lo no esta mal, entonces aceptar las diferencias seria como decir que lo que hago esta mal.. no se si me entendeis el lio, me reafirmo negándo a lo que no es como yo. Así es como me explico lo que pasa pero puede que si diésemos un paso atrás para tener otra perspectiva, igual podríamos apreciar la historia de esa otra mujer, su realidad es diferente a la nuestra y su forma de hacer también, si nos salimos de la dualidad bien-mal y empezamos a pisar todo el terreno que hay en medio damos mucho más espacio a que los demás se sitúen a nuestro lado pero en el lugar que ellos elijan. Gracias por el post Colo, creo que has hecho que estemos todas un poquito más cerca. Y me alegro de que hayas deshecho tu nudo. Un beso lleno de cariñito!

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    1. Carol, gracias por acompañarme tú también en este momento de abrir el corazón sin máscaras. Te has explicado de maravilla, o al menos así he creído comprenderte porque entiendo, como tú, que así es: lo que es bueno y válido para mí para otro no lo es y por lo tanto lo mío deja de serlo como verdad pasando a ser ambas una opción y nada más. Dentro de la crianza es cierto que no todo es aceptable simplemente por suponer una opción real, como le decía antes a Madre Desesperada, es bastante fácil estar de acuerdo en lo que es incorrecto, pero qué ocurre con lo correcto? Probablemente si le preguntamos a 20 padres o madres obtendremos 20 respuestas distintas aunque algunas se aproximen entre sí, no crees? Luego podemos ir matizando según nos parezcan más o menos adecuadas o respetuosas.
      Con las etiquetas que empleamos en este mundo precioso que tejemos me ocurre que se me abre esa grieta que comentaba en el post, porque tengo la sensación de que nos apropiamos de unos términos delicados. Una crianza consciente suena hermosísimo y relacionamos determinados pensamientos, sentimientos y actitudes con esa denominación, pero aquello que no se ajusta exactamente qué es entonces? Crianza no-consciente, inconsciente? Ahí se me fue la belleza...
      Desde que experimenté yo misma el cuestionar una actitud en una madre con una visión parecida a la mía saltó esta alarma en mí. Antes ya lo había presenciado en actitudes ajenas, incluso en la red cuando se genera debate o en los foros pero esa sensación desagradable al sentirme superior fue la que me hizo volver atrás muchos de mis pasos y entender qué cada aprendizaje lleva su tiempo y sus vivencias ligadas. Cómo tachar una actitud de otra madre, más aún cuando sus ideas son similares a las mías? Porque entendí que esa mujer no necesitaba mi juicio sino mi apoyo y tiempo. Y de ahí se puede extender a quién no es tan afín, tal vez se encuentre desbordada, o esté desinformada o mal informada que es peor, o sencillamente sea su elección... Creo que sólo conociendo bastante más que un hecho circunstancial podremos decidir qué pensar sin más...
      Caray, cómo me enrollo, ya te digo que tenía una espinita con esto y siento haberte tenido un par de días dándole al coco a ti también. Besos sinceros y de gratitud amiga!!

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  17. Me ha encantado! Justo hoy comentaba que cada núcleo familiar es distinto así como la crianza y maternidad, por lo mismo no sabemos que pasa dentro de cada núcleo y cada madre para optar por una forma de criar, en mi caso creo que muchas veces me siento mala madre y que hago las cosas mal, pero es la que nos acomoda a nuestra familia y nos amamos así, saludos

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    1. Qué bonito que reconozcas tus errores aun sabiendo que haces lo que consideras mejor para el conjunto familiar, qué bonito que os aceptéis con vuestras limitaciones :)
      Gracias por pasar por aquí y compartir. Un abrazo

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  18. Yo también llevo tiempo reflexionando sobre este Tena y he estado a punto de escribir un par de veces sobre ello en ele blog, pero lo he ido postergando, porque es algo complejo. Nunca me han gustado las etiquetas ni lis prejuicios y para nada me siento con autoridad de juzgar a nadie, siempre intento ponerme en el lugar del otro, de ahí surgió el nombre del blog. Pero a veces, no es sencillo. Me produce mucha tristeza cuando leí en internet y parece que todo es cuestión de "bandos" y hay comentarios bastante radicales al respecto.
    Perdón por las faltas pero escribo desde el móvil.

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    1. Es cierto que es un tema muy complejo, a mí me ha llevado mucho tiempo de observación y comprensión de mi entorno directo e indirecto y de mí misma por eso comenzaba el post diciendo que esperaba con esto sanar esta sensación que, a veces, percibo y en alguna ocasión he experimentado, porque no es agradable. Te animo a compartir tus sensaciones sobre este tema, la verdad es que resulta liberador porque no es fácil hacer crítica a lo cercano cuando se ama. Pero sobre todo, te animo porque me considero que enriquece a la vez conocer más opiniones y sensaciones. Gracias por tu comentario! Un abrazo grande

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