miércoles, 13 de julio de 2011

Superar los miedos

En estas me encuentro. Desde hace unos días tomé la decisión de hacer pronto algo que me da pavor: volar en avión.

Sé que son muchos y muy buenos motivos para no temer de esta manera el desplazarme por los aires, pero no lo puedo controlar. Ni que sea el medio más seguro, ni que sea normal encontrar baches, ni que mi coche haga el mismo ruido y cruja más. Si se tratase de lógica y comprensión, no estaría todo perdido.

Vivo en una isla, casi siempre ha sido así y son muchas las veces que he tomado un vuelo. Por suerte, desde jovencita empecé a disfrutarlos. Volar entre las nubes, ver los rayos de sol filtrarse, la bonita sensación de sentirte en casa desde las alturas, los reencuentros, las expectativas... suena hasta romántico. Hasta hace unos años, ahora sólo veo el Apocalipsis. Imagino que el sufrir una avería en pleno vuelo ayudó mucho a crear esta fobia, por no decir que, desde entonces, sueño que caen los aviones como mosquitos a mis pies.

Sé que recrearme en esto es algo bobalicón e infantil pero siento una mezcla de temor y excitación, en plan “que llegue ya y que sea lo que sea”. Además será nuestro primer viaje en avión con la niña y lo primero es que ella esté bien, tranquila, que sea agradable (no se vaya a traumatizar también, tan pequeñita). Siendo franca y optimista, lo que va a ocurrir es que tendremos un vuelo tan espléndido o tan entretenido que se convertirá en un reencuentro con el medio y, quizá así, pueda desterrar este temor, que no el respeto.

Superar otros miedos ya es otro cantar. Como el pánico, horror, terror más grande que tengo a las gallinas. Insuperable a no ser que el día de mañana la Cereza desarrolle un amor irrefrenable por estos seres. El miedo a ser una misma, que parece que con los años se va yendo solo. Y el miedo al rechazo, a menudo cogido de la mano al anterior y que es un miedo absurdo e inútil porque se pasa peor temiéndolo que afrontándolo.

Lo bueno de estas trabas de una misma es que al final siempre, ocurra lo que ocurra, acabas pensando que no era para tanto y, sin pretenderlo, creces un poco más con la experiencia. Voy a ver si me aplico el cuento.


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4 comentarios:

  1. No creo que sea bobo ni infantil, los miedos son muchas veces muy difíciles de controlar y tu estas siendo muy valiente por dar este paso, muchísimo animo y cuentanos que tal te va, vale? Muchos besos guapa

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  2. Mil gracias María, eres un sol! Cuando digo que me parece bobo es porque es algo que me bloquea aún sabiendo que hay muchas razones para no sentirme así. Prometo contar cómo ha ido, si no me da un jamacuco antes!! besitos

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  3. El miedo es así siempre, quiero decir que no es lógico, no es razonable, y parece bobo e infantil porque siempre nos han enseñado que el miedo y este tipo de sentimientos son de niños, los adultos no tienen miedo!! Y una mi.....!!

    Yo tengo un miedo atroz, casi terror, pero de verdad, aunque suene a tonto, a las AVISPAS, sí, sí, a esos pequeños bichos voladores que van de flor en flor y de vez en cuando se cruzan en tu camino y para defenderse se supone, te clavan el aguijón. Pues tengo miedo cuando las veo, cuando las oigo, cuando pasan a mi lado, incluso si es cualquier otro bicho volador y no lo veo bien corro por si acaso es una avispita.

    Y pese a los años que tengo no le he podido hacer nada, es verla y despertar en mí la cascada hormonal que despierta el miedo, así de sencillo. Y aunque me plantee que como mucho me va a picar, y no me matará ni nada... no puedo con ello.

    Igual así te sientes mejor, jejeje. Tu miedo parece más justificado que el mío, ¿no?

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  4. Gracias Carol por tus ánimos!! sí tienes toda la razón, por esos decía que si fuese cuestión de aplicar lógica no estaría todo perdido. Me ha hecho gracia lo de las avispas, a mí me pasa igual con las gallinas y con las palomas en menor grado. Pero claro, estoy más a salvo que tú porque no andan volando por ahí sueltas. Es un terror fuera de serie, a veces estoy en la cama y pienso que hay una gallina durmiendo debajo y me muero de miedo!! vaya terror!! jajaja.
    Un millón de besos y estamos para irnos juntas a un día de granja!!

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