Siempre me ha fascinado el mundo de los sueños, quiero creer que si permanezco latente, acabo formando parte de ellos como ellos forman parte de mí. Recibo la noche con ternura, no sólo por el descanso en sí, sino también por cruzar la puerta a esa otra dimensión, maravillosa e inherente al sueño.
Será, tal vez, porque desde pequeña he soñado cosas hermosas, cargadas de creatividad y de color y porque tengo facilidad para recordarlas. En ocasiones me sorprendo acariciando el sueño, ya reposado, a lo largo del día. Parece que las personas, los lugares y los aromas que me acompañaron durante la noche se encuentran conmigo, las siento cerca, las llamo con el pensamiento. Y será, tal vez, porque a pesar de despertar segura de no olvidar determinados sueños, por bellos, por reales, por originales, acabo olvidándolos por completo, o apenas soy capaz de retener ligeros detalles o la sensación de calidez vivida. Llevo años en deuda con un diario de sueños, y entre tanto, se me escapan las noches y el vuelo mágico con ellas.
Sin embargo, entre tanta maraña de sensaciones, hay algo especial, algo que se repite y que sólo forma parte de ese mundo irreal pero vivo. Desde hace mucho, cada tanto, sin responder a ningún patrón de tiempo o espacio, sueño que me desenvuelvo por una ciudad que nunca he visitado. Camino por sus calles, sé dónde me llevan mis pasos y lo que voy a encontrar al doblar la esquina, pero no sé dónde estoy. Es mi ciudad sin nombre.
Cuando me encuentro allí, suelo hacer un recorrido habitual ya y serpenteo las calles para situarme frente a una catedral, hermosa, de piedra, con vidrieras de colores. Y desde abajo, a sus pies, la admiro sonriendo, maravillada. Siento que me viste la calma. Continúo paseando entre calles desconocidas para mí durante el día y sé, que al doblar la esquina, me encontraré en una plaza inmensa, a la entrada del mercado. Un mercado antiguo y de piedra también, con blancas columnas alineadas, bullicioso como la plaza. Disfruto con este sueño intermitente porque me siento libre en él, sin saber porqué, me siento en casa.
Durante todos estos años, nunca, jamás, he encontrado una cara conocida entre tanta gente. Sólo reconozco los lugares, la ciudad desconocida en la que me manejo a mi antojo. Y, sin embargo, esta última noche, por primera vez, me encontré allí con mi hija. No ha sido un encuentro fortuito, no, la llevaba en mis brazos y le mostraba la ciudad. Le describía con detalle lo que íbamos a encontrar en cada esquina, la majestuosidad de la catedral y sus cristales brillantes, y la concurrida plaza, a las puertas del mercado, donde la piedra blanca refleja la claridad del día. La invitaba a vestirse de su calma junto a mí.
Ha sido delicado, lleno de amor, porque siento que he dejado que alguien más me acompañe a ese lugar tan mío, porque he deseado que lo disfrute como yo, que se bañe de su paz Anoche, siendo consciente de que soñaba, me inundó la ternura con la imagen de sostenerla en mis brazos en aquel lugar, aún la guardo en la retina. Y creo que si hasta el día de hoy no encontré a nadie más allí, será que no podía ser otra persona más que ella, la dulce Cereza, cómplices siempre al conectar más allá de lo visible.
Qué hermoso Cocolina! yo tuve sueños maravillosos durante el embarazo y ahora no sueño tanto claro que mis noches ya no son lo que eran ;)
ResponderEliminarEs una suerte tener este sueño recurrente tan bonito y que lo hayas compartido con tu cerecita...
Hace años yo también soñaba con una ciudad inexistente llena de hermosas fuentes y parques, serán recuerdos de una vida anterior? es inquietante, desde luego.
Felices sueños!
Colo, he leido tu post en un suspiro.. para mí el mundo de los sueños siempre a estado muy presente.. lo mejor de mi vida lo he conseguido soñando despierta, y los sueños lucidos son una experiencia increible (has tenido? :) ). Mientras dormia a mis pequeños pensaba en tu sueño (lo he leido justo antes de llevarlos a la cama) y me parece precioso.. has llevado a tu Cerecita a un sitio solo tuyo y es que ella lleva tu esencia.. es parte de ti y de tus lugares. Me has hecho soñar con vosotras en esa ciudad sin nombre.
ResponderEliminarBesos enormes!
Qué bonito. Y yo aquí en la cama intentando que no se nos coma un mosquito. A soñar...
ResponderEliminarMe ha gustado tu sueño...
ResponderEliminarMientras te leía iba recordando lo que me gustaba a mi soñar. Me acostaba deseando soñar y me levantaba recordando momentos mágicos. Tuve una época en la que los apuntaba, y es que a lo largo del día me iban viniendo detalles como si el sueño fuese premonitorio de ese día o ese día me llevase siempre a ese sueño.
Últimamente duermo poco y estoy tan cansada que casi no me acuerdo de nada al día siguiente. Tengo que retomar ese hábito porque es maravilloso.
Besitos soñadores
Que bonito recordar los sueños verdad? yo puedo decir que también soy de las afortunadas que recuerdan lo que sueñan y muchas veces me pasa lo que a ti, que me despierto pensando en lo que acabo de soñar y termino de rumiarlo un poco. Y lo del sueño recurrente me llena de misterio, a mí también me ocurre (aunque mi sueño recurrente no es agradable, pero el tuyo me ha llenado de paz incluso a mí al leerlo), y eso de haber soñado con tu Cerecita en un sitio tan tuyo, buff, se me ponen los pelos de punta... no podía ser otra persona, ella era la persona destinada a unirse a ti en tu Ciudad sin nombre ;)
ResponderEliminarCoco,
ResponderEliminarMe ha impactado un montón tu post, en realidad se me ha erizado la piel como a un gato
De repente me ha venido a la cabeza la Meditación del Camino Interno de los 9 Centros… no sé si te (os) suena de algo… y cuando leía los comentarios de María, Carol y Carol… llámame loca pero he sentido fuerte esa sensación que fue por ese país de los sueños lúcidos que nos conocimos hace ya muuuucho tiempo.
Qué bello y que revelador compartir ese espacio secreto y privado con Cerecita!
Abrazos oníricos!
Precioso! Yo no suelo recordar los sueños, solo los que son muy especiales... Y es una mezcla de alegría y tristeza, alegría por haberlo vivido, aunque sea un rato, tristeza porque solo era un sueño.
ResponderEliminarEsa ciudad que describes parece ser tan especial como tu, espero que Cereza y tu la disfrutes durante mucho tiempo.
Muchos besos :-)
María M., es cierto, nuestras noches ya no son lo mismo. A mí me suelo ocurrir ahora que trato de concentrarme para seguir soñando por donde iba... aún no lo consigo, pero no desisto!!
ResponderEliminarQué hermosa ciudad la que describes también, me encantan las fuentes, su frescura, su iluminación, su sonido calles antes de llegar...
Gracias por compartirlo tú también! Besos
Carol, muchas gracias, qué dulzura que durmieras a tus pequeños con mi sueño en mente. Ojalá descansaran bien a gustito :)
ResponderEliminarYo también soy de las que sueñan despierta, vivo soñando y lo disfruto mucho, ya sé que forma parte de mí. Sí, he tenido sueños lúcidos y son increíbles, el poder que tomas, la relajación al comprender que todo y nada vale a la vez... es fascinante!!
Eres bienvenida a esa ciudad sin nombre Carol, también con tus niños. Besitos miles
Nu, jajaja. Muchísimas gracias por este mensajito, me alegro que te guste y me encanta tenerte por aquí. Espero que ese mosquito no se ensañara con vosotros... Hay que ver cómo molesta para pillar el sueñín, eh? Pssss Pssss Pssss
ResponderEliminarBesitos y dulces sueños
Carol, qué maravilla que anotases tus sueños. De verdad que es algo que tengo pendiente desde casi la adolescencia. Antes podía recordarlos mucho mejor, durante muchísimo tiempo... Parece que tengo que empezar a reconocer que los años no pasan en balde. Creo que es algo fabuloso que conserves ese cuaderno!
ResponderEliminarTambién comparto contigo el placer de soñar, muchas mañanas he deseado continuar en la cama un ratito más para seguir soñando, más que para descansar 5 minutos más.
Muchos besos soñadores para tí también!
Eraseunavez, preciosa, a mí también me ocurre eso que cuentas, así lo comentaba en el post. Luego me paso todo el día sintiendo a esas personas cerca, me encanta!
ResponderEliminarEs curioso lo de los sueños recurrentes, siento que el tuyo no sea del todo agradable, todo tiene que tener su explicación, qué inquietante verdad? La verdad es que yo lo disfruto muchísimo y me encanta que ocurra. Es la primera vez que aparece ella allí conmigo y ha sido muy bello. Gracias por compartir. Un beso!
MaGiA, qué sensación tan fantástica nos describes! No conozco la Meditación del Camino Interno de los 9 Centros pero buscaré información, muchas gracias, suena muy sugerente.
ResponderEliminarMe siento afortunada por despertar en tí esa sensación de conocernos más allá del espacio y el tiempo. Tal vez sea así y el que la linda Cereza aparezca sea la llave que abre más puertas, desde luego es la que me ha conectado con vosotras, y ahora que conozco algunos de vuestros rostros (guapas!) podamos reconocernos también en el próximo viaje a la ciudad sin nombre... Ahora soy yo la que tiene los pelos como una gatita! Besos más allá
Drew, recordar sólo los sueños agradables también es una ventaja! Vivirlos tan intensamente también tiene su parte desagradable y es que, a veces, te pasas gran parte del día con mal sabor de boca. Una sensación extraña.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos y tu cariño de siempre. La verdad es que deseo volver a pasear con la Cereza por allí! Besitos
Qué preciosidad de post Cocolina!!! :D
ResponderEliminarMe encanta la forma que tienes de escribir, cómo trasmites. Disfruto mucho leyéndote. Yo también tengo la suerte de recordar muy a menudo los sueños... aunque ya llevo una larga temporada que a menudo son sueños angustiantes que me hacen despertar angustiada y llorando. En fin averiguando de donde me viene todo esto.
ResponderEliminarLa idea de un diario de sueños ha revoloteado varias veces en la mente. Gracias por recordarmela! Arrancaré? Me ayudará a comprenderme más/mejor?
Gracias Marián, siempre es bello tenerte por aquí!!
ResponderEliminarAnónimo, muchísimas gracias por tu comentario. Siempre es agradable saber que hay gente que lee y recibe con cariño.
ResponderEliminarSiento que tus sueños últimante no te permitan descansar bien ni disfrutar de ellos, tal vez poco a poco puedas ir hilando cosas, así como comentas. Lo del cuaderno de sueños seguró que nos ayuda a comprender y recordar ideas, a ver si somos capaces de ponernos a ello!
Un fuerte abrao