Hoy, tras retorcerme y frotar mis ojos en la madriguera,
asomo de nuevo para revindicar algo en lo que creo. Me armo del valor del que me fui desprendiendo días atrás y
lo hago, ante todo, porque me debo a mí misma la sinceridad con la que deseo
obrar, especialmente entre mis círculos más preciados.
Hoy necesito desatar un nudo y siento que, en cierto modo,
le debo estas palabras a la Red.
Cuando tejo en la Red, (femenina, maternal y masculina y
paternal cada vez más), lo hago porque deseo aportar mi visión y mi sentir y
porque de este modo me nutro del saber y las experiencias de otras mujeres que,
a su vez, se vuelcan y tejen. Y siento que así, poco a poco, vamos sembrando y recogiendo
por igual y los frutos obtenidos quedan visibles para todo aquel que desee
acercarse y participar o no activamente. Propiciando de este modo una hermosa
ReEvolución emocional, femenina y maternal.
Tal vez me embriagué de este aroma a unión y comunidad y no
supe, o quise, ver el juego de ídolos y seguidores que también conlleva; y
cuando me fui percatando del trasfondo, lo empujé hacia dentro, expectante y
con cierto recelo. Admiro y adoro a muchas mujeres que tejen con todo su
corazón, y admiro a algunas otras que logran abrirse un hueco profesional
gracias a su vocación y sus recursos, pero no me siento cómoda cuando se rompe
la comunicación horizontal o circular. Y no es la primera vez que lo comento.
(Mi espinita con la materidad consciente, Miradas de mujer y en múltiples comentarios en redes sociales)
Si admiro y amo, lo hago con sinceridad. No soy una fan, no
soy una individua para moldear, no soy parte de ningún rebaño y me entristece
que me intenten vender bajo el título de crianza respetuosa, feminidad
consciente o empoderamiento, conceptos o productos que a mi juicio rozan la
ética, por muy lícito que sea. No siembro para sentirme parte de una manada
perdida que se traduce en asentir a quién dirige, o cree que dirige, el grupo. No comulgo con las condecoraciones y no me considero una consumidora de crianza y me cuido, o eso intento, de no consumir ego.
¿Qué está pasando? Sé que no soy la única que se siente de
este modo. ¿Dónde quedó la camaradería, el aprender de la que llega la última,
de la que empieza, el mimar por completo a la comunidad? El construir por creer
en alguna causa sin esperar un reconocimiento por ello, sin pretender
evangelizar ni instruir, sin sentir que se posee la Verdad. No concibo el
cambio sin aceptar la diversidad.
Una de las cosas que más extraño es el poder dedicarle más
tiempo a la blogosfera en profundad, y digo a la blogosfera porque por la
inmediatez que ofrecen, al final accedo a otras redes sociales que
finalmente también nos conectan. Rasco segundos para visitar otros espacios que
antes frecuentaba y casi nunca comento ya. Añoro leer y disfrutar con blogs desconocidos
hasta el momento para comprobar así que la revolución maternal no se frena sino
que se alimenta y crece con cada nueva mujer que se redescubre y cada nueva madre
que atiende a sus instintos, soltando escamas, despeinando lo establecido.
Me estremece el sentirme cerca de otra persona sencillamente por ser humanos.
Sigo tejiendo y lo hago porque gozo con ello. Me disculpo
también si alguna vez alguien sintió que la relación no fue horizontal por mi
parte. Desearía recobrar la tranquilidad y ligereza con la que antes bailaba en
el gran círculo, donde todas somos discípulas y maestras por igual, independientemente
del alcance de cada una, y perder un segundo junto a otra persona es en
realidad ganarlo. Sé que para ello debo limpiar mis ojos, aligerar mi carga
emocional y reubicar algunos conceptos.
No me gustan las polémicas pero tampoco sería honesta si no
expresase mis sensaciones. Esto también forma parte de crecer y decidir… ¿por qué
iba a ser diferente en la Red?
Feliz por mantener la puertas abiertas en mi círculo
Feliz por mirar en línea recta
Feliz por ser consecuente
Y liviana…
Gracias Colo... yo también lo siento así... <3
ResponderEliminarQue razón tienes...te echaba de menos!!
ResponderEliminarQue razón tienes...te echaba de menos!!
ResponderEliminarQue razón tienes...te echaba de menos!!
ResponderEliminarCreo que somos muchas las que pensamos como tú... gracias por ponerle "voz" a los sentimientos de una gran mayoría
ResponderEliminarUn besazo guapa!
Qué bien que hayas sacado un ratito para escribir y qué placer leerte. Yo lo siento de la misma manera que tú.
ResponderEliminarUn beso guapa
me ha gustado mucho tus palabras.
ResponderEliminarclaras y sinceras
ay Colo, que bien expresas siempre mi sentir (si se pudieran revisar los comentarios creo que ya te he dicho lo mismo otras veces).
ResponderEliminarQuizás sea una soñadora, pero me resisto a creer que no sea posible ese gran círculo de iguales
Un beso grande
Cuánto tenemos que aprender de ti, cuánta sabiduría en cada palabra, Colo...
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Yo creo que la mayoría escribimos porque nos nace, porque sentimos que a veces una reflexión o anécdota puede servirle a alguien más, ya sea porque esté viviendo algo parecido, o porque la haga reír, llorar, o quizá que nos den algún consejo... pero sí.... algunas veces también siento que algunas quieren dar cátedra de la maternidad, y dejan de ser "terrenales".
ResponderEliminarEn fin, seguro que seguiremos encontrando personas que nos enriquecen, y las que no, pues es más fácil dejar de seguir ;-)
Saludos!!
Buenas,
ResponderEliminardecirte que he enlazado esta entrada en el resumen semanal de blogs de Bebés y más.
http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-cxcv
La comunidad se banaliza y se despedaza a diario, en la sociedad actual. Pero algunos continuaremos, tozudos, cultivándola y esforzándonos para mantenerla viva.
ResponderEliminarUn texto genial. Gracias a Ira, hemos descubierto un bonito rinconcito en la red. :D
¡Hasta pronto!