Los detalles me asaltaban, no llegaron a convertirse en
señales, pero sí brillaron con intensidad y ahora puedo comprenderlos en todo
su esplendor. No trataban de anunciarme nada, pero me hicieron tomar conciencia
de los momentos tan especiales que vivía, permitiéndome sentir esos instantes
con total plenitud. Porque sin saberlo, fueron los últimos.
Tal vez si no hubiera estado atenta a ellos ahora la
realidad escocería un poco más. Tal vez ahora resultase más difícil asimilar que
aunque se persigan cosas, puede que te alcancen sin previsión. Porque una
entiende de necesidades pero ignora el peso real de las carencias hasta que no
se experimentan.
En pleno revuelo de cambios nos alcanzó la oportunidad y, en
cuestión de segundos, dejé de flotar entre sueños, proyectos, mimos y juegos para
hablar de horarios, condiciones y conciliación, sabiendo que en la fina brecha
que casi nadie menciona en estos casos, se iba escurriendo mi alma maternal
ante la inminente separación.
Y me faltan segundos para despedirme de sus manos diminutas,
de sus palabras ligeras, su presencia constante y esa risa que sazona con
brillo cada instante. Cierro los ojos y me mezo en los despertares, desde los
primeros a estos últimos, el placer de su cuerpo junto al mío, sobre el mío o a
dos palmos unidas por un leve contacto de pies o manos, aguardando a abrir los
ojos para fundirnos en brazos y leche un rato más. Me duele abandonar ese
espacio caliente que entre las dos vamos mimando, para vestirme de extraña y
partir, dejando mi hueco en las sábanas.
Sé que lo lleva mejor que yo, que es maestra hasta en esto,
y que pronto entraremos en una nueva rutina en la que continuaremos coloreando
cada minuto juntas. Han pasado sólo unos días y ya soy consciente de cómo varían
las prioridades con los hijos, de cómo una enfoca y asume las circunstancias
con cierta perspectiva… tal vez aún me encuentro presa del vaivén de nuestra
danza y todo parece fluir sin necesidad de transcender más allá, todo viene y
se va, mientras regreso a sentarme con ella.
Debo decir adiós a esta etapa, debo dejarla marchar en
libertad, sin ataduras, sin lamentaciones, sin pesar… porque sé que ha sido una
bendición, una elección dorada que nos ha colmado de belleza a los tres. Me
siento orgullosa de haberlo hecho de este modo, de haber vivido estos 28 meses intensos
a su lado. Afortunada porque este cambio finalmente no nos alcanzara hace unos
meses en aquel intento de separación al que no resistimos ninguna de las dos y
abandonamos, a pesar de todo. Ahora es diferente, nos sentimos diferentes, la
ocasión también lo es.
Siento que salgo danzando de puntillas de un lugar feliz y
amado, dejándolo todo en orden, y es una sensación liberadora, nostálgica y desconocida.
Se abren las puertas que ya vislumbraba, para que la mujer-madre se adentre en un
nuevo sendero por recorrer.
Gracias siempre por tu amor, por tu luz y por hacerme fácil
la despedida. Demos juntas la bienvenida al nuevo sol.
¡¡¡Gracias por compartir tú sentir, con amor y corazón, hermoso blog!!!
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte desde Colombia.
Besotes.
Gracia a ti, Martha, por dejarme estas palabras tan cariñosas!! Besos transoceánicos
EliminarMi Colo hermosa.. leerte para mi es emocionante, siempre te lo digo, y nunca me cansare de hacerlo, logras trasnportarme con tus palabras, y es que escribes tan bonito!!!! Mi niña, las cosas nunca pasan por casualidad y de eso ya sabemos mucho las dos... y como bien lo dices, ya llegó el momento (pero ha llegado cuando debía y no cuando se buscaba forzar)... en tu vida las cosas fluyen, como fluyes tu misma... y nuestra cerecita lo sabe y las dos lo han aprovechado al máximo. Besitos y suerte en esta nueva etapa... y de conciliación, ya sabes... actitud antetodo ;).
ResponderEliminarCata, bonita, muchas gracias, qué linda eres!! Gracias por tus buenos deseos, por tu sincero sentir hacia nosotras... te tengo mucho aprecio!! Seguiremos hablando de conciliación...
EliminarGracias de corazón, millones de besos!!
mis mejores deseos en esta nueva etapa Coco!
ResponderEliminarAbrazos deslizantes
Muchas gracias, Magia!! Qué bonito tus buenos deseos para acompañarnos :) Besos y besos... allá voy, como una valiente!
EliminarColo linda, me alucina tu forma de enfrentar la vida, de aceptarla y quedarte siempre con la parte buena. Estabas abierta a este cambio y como lo esperabas saboreaste al máximo el tiempo junto a tu dulce Cereza. Te deseo lo mejor en esta nueva etapa amiga. Millones de besos!
ResponderEliminarAy, Carol, a ver qué hago sino... hemos apurado más del tiempo límite que podíamos permitirnos a causa de las falta de empleo y ahora no queda otra. Estoy bien, porque ha llegado en un punto en el que me siento capaz de hacerlo, podemos organizarnos y tengo la sensación de que no se hará insostenible. Os seguiré contando, aún me siento un poco como si no supiera muy bien donde voy... Gracias por tus buenos deseos!! Mil besos
EliminarUn placer leerte como siempre. En mi caso mis deseos de volver al trabajo eran casi mayores que los de permanecer a su lado...por aquello de volver a ser Mujer. Ahora poco apoco y con el tiempo me voy dando cuenta y acostumbrando a ser Madre y lo dificil que es a veces. Y no por ello dejo se ser Mujer, una mujer diferente pero con una experiencia maravillosa a la espalda que es la crianza de mi hija.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maytemig, qué bonito saber que paseas por aquí y te animas a comentar, gracias, siempre es hermoso! Es cierto que los dos aspectos no tienen porqué estar desligados uno del otro, puede sentirme madre y mujer a la vez estando tanto dentro como fuera de casa, pero en mi caso no ha sido así. Durante todos estos meses ha predominado la madre y tan sólo últimamente comenzó a despertar la mujer, la nueva mujer que soy, así como tú también sientes que eres...
EliminarUn abrazo muy grande!
Coco, que cambio. Mis mejores deseos! y te dejé algo en mi blog
ResponderEliminarhttp://sosmicorazonfuerademicuerpo.blogspot.com.ar/2012/06/liebster-blog.html
Beso!!
Hermosa Mica, muchísimas gracias por tus buenas vibraciones y por ese detalle que dejas en tu blog, qué bello pensamiento hacia mí!! Ahora me acerco a leerte. Muchas gracias, linda, debes estar preciosa :)
EliminarLos cambios son tan emocionantes! Tienes una manera maravillosa de verlo. La cereza estará bien y los tres juntos aprenderéis de esta nueva etapa, estoy segura. Es duro pensar las cosas que dejamos, pero solo al principio, el instinto nos guía por un nuevo sendero también lleno de amor y compañía.
ResponderEliminarUn beso muy grande corazón, me alegro por ti.
Mamá corchea, gracias por tus palabras. Generalmente las que habéis conseguido alcanzar el equilibrio estando fuera de casa me transmitís tranquilidad y confianza en que otro modo de mantener dulce la comunicación es posible y a esto me enfrento ahora. Me siento nerviosa y excitada por ello...
EliminarGracias y millones de besos
Siempre consigues ponerme los pelos de punta.
ResponderEliminarAdoro tu manera de escribir, adoro cómo nos lo acercas, el color de pintura de utilizas para mostrárnoslo...
Mucho ánimo con este cambio. Un abrazo grande
Gracias por tus palabras, preciosa, me emocionas y sonrojas a partes iguales... Gracias por expresarlo con tan linda palabras y gracias por tus buenos pensamientos para este cambio que afrontamos.
EliminarUn cálido abrazo!
Te acabo de premiar
ResponderEliminarhttp://esanenaquevivedentrodemi.blogspot.com.es/
Oh, muchísimas gracias, qué ilusión!! Ahora paso a por ello y así buceo en tu espacio. Gracias miles!!
EliminarQué manera tan bella de contar cómo ha ocurrido ese cambio en vuestras vidas! me alegro de que todo fluya dulcemente y te deseo buena suerte en esta nueva etapa.
ResponderEliminarUn abrazo!
Maria M., linda, millones de gracias!! Estoy extrañamente tranquila con el cambio de ritmo, tal vez porque nos permite compaginar horarios en casa, porque ya podemos contar con mi madre, porque La Cereza mantiene una excelente relación con ella... Es algo completamente diferente a cuando pasó ese mes y medio de guardería que fue un suplicio, al menos nuestra experiencia, enfermedades, llanto, ese dolor que sentía yo en el pecho... Ya os contaré cómo transcurre la cosa...
EliminarGracias por estar ahí, te aprecio mucho! Besos
Preciosas palabras!!
ResponderEliminarY preciosos momentos, vividos y disfrutados.
Ojalá todos los cambios los experimentásemos tan conscientes, tan responsables, aprendiendo de las despedidas y madurando con cada desprendimiento...
Un beso y un abrazo fuerte.
Millones de gracias! Qué emotivo resulta recibir cariño por parte de gente con la que se comienza a entablar contacto! Ahí voy, en el vaivén de cambios y emociones, confundida, feliz, tranquila y excitada...
EliminarUn fuerte abrazo para ti también! :)
Creo que todo llega en el momento adecuado; antes no era vuestro momento, ahora sí, y todo esto traerá muchos más motivos de felicidad, estoy segura de ello :*
ResponderEliminarMuchas gracias, bonita! Eso pienso yo también, antes me sentía incapaz de poder hacerlo y sabía que ella también. Ahora es diferente. Gracias por tu cariño! Un abrazo
EliminarPues bienvenido ese cambio, seguro que trae cosas buenas! Besos!
ResponderEliminarGracias, Mo! De momento está trayendo una gran revolución, también interior! Besos gigantes
EliminarTienes una manera tannnn bonita de contarlo todo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, preciosa!! Feliz por tu visita en este cambio :)
EliminarQué bonito! Te leo desde hace un tiempo. Y hoy he llorado leyéndote. Estoy en mi puesto trabajo desde hace apenas dos semanas, y mañana al despertar a su lado me invade la nostalgia de los días que ya se me hacen tan lejanos, en que pasábamos juntas las 24 horas entre risas y leche también. Al sufrimiento y la dureza que me supone cada día desprenderme de ella le añado sentirme como un ser extraño entre otras mamás que me miran con asombro y extrañeza ante mis idas y venidas al garaje a sacarme leche y ante mi tristeza de cada día. Desgraciadamente, la conciliación en españa es un sueño de muchas.
ResponderEliminarBurbujitos, bienvenda! Me ha emocionado tu comentario, tan sincero y visceral... Creo que hemos vivido ambas un momento de conexión al leernos! Te envío mucha fuerza, podemos compartirla, es duro y no es fácil enfrentarse al mundo laboral competitivo y, a veces, hostil cuando sientes claramente que las cosas deberían seguir otro curso. Tus palabras transmiten fuerza y confianza en lo que crees y eso es digno de admirar y apoyar!!
EliminarAhora aprenderemos a concentrar esa energía junto a nuestras hijas y ella con nosotras. Será diferente pero hermoso también, al fin y al cabo... Al menos yo me concentro en visualizarlo... aunque flaquearé también. Ya os iré contando. Mil besos